Bien, continuando en el tema de PROSPERIDAD INTEGRAL, la ultima vez que escribimos quedamos en hablar de la energía en esta nueva oportunidad. Entonces, partamos de un hecho cierto y científico todo lo que existe es un compacto de energía, la casa, el automovil, el perro, los árboles, nosotros somos netamente energía. Ahora bien, sabemos por comprobación del método científico que la energía nunca se destruye, sólo se transforma. Es decir, que lo que existe al cambiar de aspecto cualquier ente, no es más que un cambio estructural del factor energético que lo compone. Así pues, aceptando estas premisas, ¿podremos nosotros, que somos una estructura energética, transformar la energía que nos rodea? La respuesta es sí, ya que no tenemos que vernos como una estructura energética de nivel medio, lo que si seria nuestro cuerpo, ya que somos una energía superior. No somos las manos que escriben esto o los ojos que lo leen, somos una energía que utiliza el cuerpo como herramienta de expresión, y según lo que pensemos o digamos produciremos los cambios energéticos que deseemos tanto en nuestro cuerpo como en nuestro entorno.
Nosotros como entes energéticos superiores tenemos la capacidad de cambia la estructura energética de otros entes a nuestra voluntad, incluyendo otros ente energéticos afines. Ahora, preguntaría usted: ¿Entonces, quiere decir que puedo obtener lo que desee transformando la estructura de cualquier ente físico? Bueno, si y no. No podemos transformar las piedras y el agua en pan y vino, pero podemos trabajar mentalmente, es decir con nuestro yo real, para que los hechos futuros se encaminen para que obtengamos el pan y el vino que necesitemos. En resumen, nosotros somos capaces mediante el uso positivo de la palabra, tanto en forma oral como en nuestro pensamiento, ayudado de la meditación, de lograr materialmente lo que queramos. Ya que la palabra funciona como un transformador energético que permite cambiar nuestro entorno para que este cree los caminos necesarios que nos lleve a lograr nuestro objetivo. Por ejemplo, si queremos mejorar nuestra salud, el desear nuestra mejora física con el uso positivo de la palabra, nos llevara a hacer lo necesario para que esta mejores. Si queremos perder peso, el trabajar este deseo con la meditación y la repetición cotidiana del deseo, nos llevar a tener menos apetito y hacer mas ejercicio físico, logrando nuestro objetivo y mejorando nuestra salud. Otro ejemplo, deseamos un carro (coche-automóvil), ya que no tenemos, positivamos este pensamiento diariamente y usamos la meditación con visualización creativa unos veinte minutos al día, y nuestro entorno se transformará, llevándonos al camino que tiene como final, el vehículo que necesitamos. Así pues, lograr lo que queremos es posible, pero es importante esos veinte minutos de meditación al día. ¿Cómo se hace esto? Este será el tema de nuestra próxima entrega.
Continuará....
Autor: H. G. CIBELE. Foto: Scout Robinson. Fuente: Flickr
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