El amor tiene especialidades que lo distinguen.
Hay “AMOR DE DETALLE", Lleno de gajos pequeños que hacen el ramo grande de la felicidad.
Hay “AMOR ABSORBENTE". Asfixia tanto que ahoga. Abarca tanto, que apresa. Te cerca de tal manera que te encadena. Se adueña tanto, que te pierde.
Hay “AMOR DE COSTUMBRE", Lleno de monotonía, de impavidez y desgana. No nació así: tú le has ido transmitiendo la decadencia.
Hay “AMOR DE LAGO“. Que al reflejarse, ¡hace subir!
Hay "AMOR DE MONTAÑA“. Con las estrellas cerca y la cima florecida.
Hay “AMOR DE PLAYA“. Donde quieres descansar, quieres vivir y quieres anclar.
Hay “AMOR DE EQUILIBRIO“. Sin excesos en el frío ni en el calor; lleno de esa tibieza y ese ambiente de calidez que hace acogedor un buen nido.
Hay “AMORES BIEN CULTIVADOS". Saben caminar y dejar huellas, tener alas y volar, vibrar con el amor y entregarse, teñir las realidades y adornar los sueños.
Hay “AMORES RESECOS“. Sin rocío para amanecer, sin lluvia para ablandar, sin pulpa para crecer ¡y sin sueños para volar!
Hay “AMORES TALLADOS". Están bien pulidos, tan bien dosificados, con tanta filosofía, arte, música y colores, que pregonan la armonía y la paz. Tienen tanta "magia" que llegan a adquirir categoría de milagro.
Hay “AMOR DE CELOS”. Siempre están temerosos. Siempre se sienten amenazados. Por cualquier rendijita ven fantasmas. Viven obsesionados por ese solo punto y acaban obsesionando la mente y lesionando el amor.
Hay “AMOR COMPACTO”. No tiene huecos, agujeros ni fisuras. No hay dolor que los separe. No hay pared que los incomunique. No hay silencio que los aísle y no hay cicatriz que los marque: ¡son de una sola pieza!
Hay “AMORES SIN CONTENIDO".
Les falta lucidez, equilibrio, eje central, cordones que amarren, motor que impulse y barco seguro.
Hay “AMORES SIN ESTRATEGIA". Sin color, sin sabor, sin perfume. No cambian el paso, no se enardecen, no crean. No cierran los ojos, no buscan el alma ¡y no se apasionan para vivir!
Hay “AMOR DE GLOBOS DE COLORES", que al contacto con la realidad, se desinflan y se los lleva el viento.
Hay “AMOR DE MOVIMIENTO". No paran, viven de fiestas, viajes y compromisos sociales. No se conocen por dentro. No se divierten juntos. No se ven el alma. Y aparece ese vacío escurridizo, disfrazado y astuto, a derribarles el amor.
El “AMOR DE VEJEZ" es de penumbra, como de lamparita. De tronco, como de Ceiba bien plantada. Un amor dulce, como de ternura acumulada. ¡Amor de dos rosas puestas en las manos de Dios!
Hay que prender el amor en el ojal del mundo para humanizarlo. Subir con él la montaña de la vida, para llenarla de rosas. Y vivir en actitud amorosa para todo y para todos.
Recordemos que hay cumbres que sólo se consiguen con amor. Hay sueños bajo el ala que sólo se realizan con amor. Hay muchos espacios del alma que sólo se mueven con amor. Hay muchas oscuridades que sólo se aclaran con amor.
Autor : desconocido.
Y siempre debemos recordar que todos estos amores son imprescindibles y debemos disfrutarlos en su totalidad para vivir en PROSPERIDAD INTEGRAL.
H. G. CIBELE
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